La celulitis constituye un edema más o menos organizado en el tejido celular subcutáneo. Al margen de la valoración estética de sus efectos, la celulitis puede tener su origen en causas infecciosas, traumáticas o reumáticas y estar asociada, en las mujeres, a insuficiencias ovárivas o menupausicas.
La celulitis es una inflamación difusa y crónica del tejido celular subcutáneo, en particular de los muslos y parte interna de rodilla. Sus causas son muy variadas y tienen especial incidencia en las mujeres.
También se cree que puede ser debida a una mala circulación, al tabaco y a la acumulación de toxinas en el organismo, especialmente procedentes del consumo de azúcar refinado, alcohol y café. Se caracteriza por la retención de líquidos y grasas en los tejidos blandos subcutáneos. La piel afectada, que se localiza en los muslos, parte interna de las rodillas, zona del vientre, etc. Presenta un aspecto granulado, con nódulos o placas endurecidos.
La celulitis forma induraciones o endurecimientos de la piel dolorosos y, en algunos casos, provoca neuralgias persistentes. Los tipos de celulitis más comunes son: de la nuca (que provoca dolores de cabeza frontales u occipitales), de brazos y piernas (que causa dolores vinculados a artropatías, ciática) y la orbital (que afecta a los tejidos blandos de la órbita ocular y cuyo origen es producto de un traumatismo o una infección con producción de pus). El tratamiento convencional suele consistir en el drenaje de los tejidos muertos y el líquido purulento, más la administración de antibióticos.
Como tratamientos alternativos se pueden usar las hojas y el tallo de la hiedra que poseen una acción vasoconstrictora, antifúngica, antibacteriana y lipolítica. Se aplica en forma de compresas en la zona afectada. Su uso es externo. O las raíces de brusco, que tienen una acción reductora de la inflamación, tonificante de las venas, diurética y drenante. Se utiliza en forma de pomadas, entre un 2% y un 10% de extracto glicólico. Su uso también es externo.
Respecto a la dietética es importante el consumo de productos naturales y frescos, evitando la bollería y los productos industriales. Se recomienda efectuar ejercicios al aire libre y beber agua en abundancia porque limpia el organismo. Podemos aplicar la reflexoterapia para tratar la celulitis. Es necesario activar la eliminación de líquidos con residuos y también equilibrar el sistema endocrino, para ello presionaremos los siguientes puntos: riñón, uréter, vejiga, cabeza, hipófisis, tiroides, hígado y vesícula.
Realizaremos flexiones y amasamientos digitales al principio suaves, con una crema anticelulítica en la zona afectada.
Podemos recurrir a un especialista para que nos aplique un drenaje limfático. Drenaremos primero el cuello, después toda la zona hacia los ganglios más cercanos.
Respecto a la oligoterapia, el potasio regula el estado hidroelectrolítico de la matriz extracelular. Mejora los edemas localizados a nivel subcutáneo (piel de naranja). El zinc, el níquel y el cobalto están indicados en trastornos del eje hipofiso-pancreático, que están relacionados a menudo con el mal metabolismo de las grasas y de su depósito anormal localizado (celulitis) o generalizado (obesidad).